Quien me habla desde dentro soy yo. Me dicen: no te conoces, tienes que descubrirte a tí mismo. Pero no hay dudas, me reconozco, me soy nítido. Así que continúo introspectando. Lo de fuera, lo que oigo, aquello que quiere que yo lo vea, no son sino sombras; apenas siluetas entrevistas en medio del vuelo que rompe la oscuridad.
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