Incapaz de comprender la distancia, la pequeñez, la dimensión; incapaz. Y atormentado sujeto de broma. Si, es cierto, puedo interrogarme. Pero ni bajo tortura (¿Cómo lo llaman? ¿Autolisis?) consigo confesarme una culpa que no tengo. Soy, también, y en ese sentido, una víctima.
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